"Random Stuff"

viernes, junio 4

Alguna vez alguien me dijo: "Tomas buenas fotos. Deberías llevar tu cámara contigo cada que salgas."
Y alguien más, tiempo después, me recomendó: "Escribes bien. Deberías siempre tener a la mano tu libreta y un lápiz o alguna pluma, para cuando te venga una idea interesante la escribas."

No saco ni la cámara ni la libreta. A veces llevo un lápiz o alguna pluma, por si tengo que apuntar un número o por si a alguien necesita una pluma (siempre hay alguien que necesita una). No es porque se me olviden en la mesa o porque no tengo batería en la cámara, simplemente no quiero salir con estas cosas. No me dan ganas. Ya no. Ya no es tan emocionante como antes. Pero me da coraje de repente no tener la cámara o la libreta...

A veces voy a un parque aquí cerca a leer, normalmente por la tarde. Audifonitos, aparatito para reproducir música, botellita con agua, cartera (por si me quiero comprar un café), llaves, aparatito para ser localizada a través de una llamada, cigarros, el libro... ¡No cabe tanta cosa en un morral! ... Y estoy ahí, sentadita en una banca en medio del parque frente a una fuente que no funciona oyendo a los niños jugar, un pelota de baloncesto rebotar, adolescentes riendo (de paso por ahí), perros ladrar... y cae una hoja de un árbol sobre mi libro. La observo. Me agrada el cuadro... ¡PERO NO TENGO MI CÁMARA CONMIGO! Cae el atardecer y la luz atraviesa los árboles de una manera muy bonita y se me empieza a ocurrir una idea para escribir... ¡PERO NO TRAIGO LA LIBRETA CONMIGO!

Hasta hace poco, en un escenario parecido a lo anterior, decidí no pensar en la cámara o en la libreta. Decidí simplemente disfrutar de los detalles que me acompañaban y por fin lo comprendí. En ese momentito todo parecía ir en cámara lenta y me ahogó una serenidad preciosa. La impotencia que llegaba a sentir por la ausencia de mis artículos (que era alimentada por mi deseo de compartir ese momento padriurris que estaba sucediendo, de poder plasmar un sentimiento de tranquilidad para este mi mundo, tan estresado, tan rápido), duró tan sólo tres segundos y el resto del tiempo fue ocupado en vivir. Nada más eso. Vivir.

1 comentario:

Monkiki dijo...

Es muchísimo mejor ver la vida pasar, debo admitir que antes era de llevar mi cámara a todos lados, la libreta no tanto porque soy pésima escribiendo, pero la cámara sí... y es mejor disfrutar de aquellos detalles que dices que es digno de una foto, nah... Es mejor vivir viendo todo en vivo y recordando, que vivir viendo todo en fotografías. Es más clara la sensación de vacío con las fotografías, me ha pasado...

A disfrutar muchachita!!!